Hace un año hice un estudio semiótico en Estados Unidos de las diferentes culturas, lo cual me ayudo a entender entre otras cosas no solo la forma en que se comunica cada una a través del lenguaje y sus diferentes tipos de vestimentas y la tradición que anida cada una de ellas, como también el por qué cada cultura tiene una tendencia en particular que los caracteriza, lo cual trasciende la moda del momento.
Compartí con diferentes familias Nativas y personas a las cuales no solo entrevisté, sino también compartí y viví con ellos de una manera natural y poco invasiva para lograr así absorber el máximo posible de sus raíces y tradiciones.
Entre las muchas cosas que aprendí de cada pueblo, algo que me llegó profundamente fue las diferentes formas que cada una tiene de celebrar la navidad, pero más importante que eso, la manera en que simbolizan cariño, en que son capaces cada uno con sus diferencias de exteriorizar un sentimiento, un don universal como el amor. Y particularmente llamó mi atención la manera en que la gente de Tonga tiene para celebrar estas fiestas.
En occidente, si bien es cierto tenemos diferentes tradiciones para celebrar la navidad, en general nos vemos envueltos en el consumismo y vamos tras el mejor regalo que podamos dar y la mejor oferta que podamos encontrar, pero, ¿será que dicho regalo demuestra el sentimiento que tenemos hacia los que amamos?
En Tonga a diferencia de nosotros, no se compran regalos, ellos comparten talentos. No esperan a Santa en noche buena, porque no existe y no usan arboles artificiales para decorar sus casas. Ellos Preparan sus corazones para navidad.
Admiro el real sentido de la celebración, como un momento para dar de sí mismos. Describiría la navidad en Tonga por sobre todo espiritual, en donde todos se juntan, cantan y comparten talentos día y noche. El enfoque de la Navidad tiene más que ver con el dar, que con el recibir; donde el día de Navidad los Tonganos preparan sus mejores recetas de comida para intercambiar o regalar a sus vecinos. Compartiendo así y de muchas maneras más, de lo más valioso que tienen, Su tiempo y Talentos.
En esta época, es bueno detenernos un poco, respirar profundo y recordar el por qué existe Navidad, entonces viajaremos en nuestra mente y espero que nuestros corazones también lo hagan a aquel humilde pesebre en donde nació el salvador del mundo, Jesús, el mayor regalo de Dios, quien vino a dar no solo de sus talentos, si no de su ejemplo, pero por sobre todo de su infinito amor. Entonces comenzaremos a allegarnos a las cosas más sencillas, a ser más agradecidos por aquello que tenemos y por lo que bondadosamente recibamos de otros en Navidad, no por los regalos sino por tener personas que nos aman y por tener la dicha de amar.
Al recordad el real sentido de la navidad quizás podamos tener un poco de tonga en ella y dar a los que más amamos, no solo aquello que el dinero puede pagar, si no también algo que no tiene precio y que solo cada uno de nosotros puede entregar a todos. De nosotros mismos.
Feliz Navidad a todos…
Boni.
Qué lindo post! Y es cierto, muchas veces y mucha gente ve la navidad como la instancia para recibir muuuuuchos regalos y encalillarse al máximo. Y esa no es la idea!
ResponderEliminarA mi me encantaría hacer algo más espiritual! Estilo Tonga. Creo que esa sería una verdadera navidad ;)
Saludos!!!
Me ha encantado tu blog, así que te sigo desde ya! Espero verte pronto por el mío :)
ResponderEliminarbesitos
Happiness Everywhere♥
Boni, excelente tu reflexión, la Navidad para mi es una fecha que me enternece el corazón, estoy más sensible porque busco lo espiritual dentro de todo el materialismo que existe, y me esfuerzo por transmitirlo a los demás con mis acciones, mis actitudes, tarareando villancicos, decorando mi casa con motivos navideños, compartiendo algún presente, preparando galletitas para los chicos, etc. La navidad está en nuestro corazón, cuando recordamos que el nacimiento de Jesús es la verdadera causa de toda esta festividad. Feliz Navidad Boni, que disfrutes de este espíritu navideño junto a tu familia, un abrazo...Ingrid Luz.
ResponderEliminarHola Boni, me gusta tu reflexión,y se me ocurre que un verdadero regalo de Navidad no se compra necesariamente en una tienda,ni tampoco es necesariamente hecho por nuestras manos; la verdadera clave es la actitud y el deseo que tenemos de hacer lo que esté de nuestra parte por hacer felices a las personas. Me di cuenta que el regalo más grande que podemos dar es un regalo de amor, un regalo que salga de nuestro corazón...
ResponderEliminarIngrid Luz